Señor Müller, la empresa Doepke lleva más de 60 años produciendo interruptores diferenciales. ¿Por qué se ha concentrado en estos productos?

Andreas Müller: Los fundadores Engels y Doepke se propusieron en 1956 “proteger a las personas y los animales contra corrientes peligrosamente altas”. Y, hasta el día de hoy, hemos seguido este lema. Queremos conseguir que el uso de la energía eléctrica sea seguro y, con ello, proteger vidas, en la medida de lo posible en cualquier parte y en cualquier momento. Por este motivo, también tenemos multitud de variantes de productos dentro de nuestra gama, para que siempre exista un interruptor diferencial adecuado para cada aplicación y cada usuario.

La corriente eléctrica no se puede eliminar de nuestra vida diaria, por lo que necesitamos que esté disponible en todo momento. Sin embargo, la electricidad también entraña riesgos. ¿Somos conscientes de ello?

Andreas Müller: En principio, sí. No obstante, con frecuencia vemos instalaciones que no están protegidas suficientemente o que lo están de forma incorrecta. Los instaladores suelen tener buenos conocimientos básicos; sin embargo, en función del usuario o del entorno de la instalación, con frecuencia se necesitan unos conocimientos especiales. Lamentablemente, la disponibilidad y la seguridad entran a veces en conflicto; es decir, la instalación no puede fallar, pero también es preciso detectar y eliminar de inmediato cualquier fallo que surja. Y precisamente en este punto nuestros productos llevan mucho tiempo ofreciendo servicios excelentes y garantizando seguridad y confort.

¿Queda aún algo por cambiar?

Andreas Müller: No solo tenemos que hablar sobre la generación eficiente de electricidad, sino que también debemos seguir ocupándonos del manejo seguro de la misma. Debemos prestar más atención al uso seguro de la corriente, entre otras cosas, mediante más explicaciones y más formación.

¿Qué hace Doepke al respecto?
Andreas Müller:
Doepke se desplaza por todas partes para proporcionar formación y asesoramiento a profesionales de los sectores artesanal, así como a mayoristas, planificadores y propietarios de instalaciones. Queremos transmitir nuestros conocimientos a nuestros socios, para que ellos puedan evaluar y planificar por sí mismos las instalaciones y los sistemas correspondientes. Del mismo modo, un mayor trabajo en equipo, así como la colaboración en diversos grupos de trabajo y en representaciones de intereses tienen por objeto conseguir que el uso de la corriente sea aún más seguro. Y justo a este respecto queda aún mucho por hacer.

“Conseguimos que el uso de la energía eléctrica sea más seguro y, con ello, protegemos vidas”, afirma Andreas Müller.